
¡Dale un respiro a tu piel! Guía definitiva (o úlceras por presión)
¿Has oído hablar alguna vez de las escaras? También se conocen como úlceras por presión, y son esas heridas que pueden salir en la piel cuando pasamos mucho tiempo sentados o acostados en la misma postura. ¡Son un rollo, la verdad! Pueden afectar un montón a cómo nos sentimos e incluso llegar a infectarse. Por eso, te mostramos una guía definitiva para la Prevención de úlceras por presión: Guía definitiva , sobre todo si tú o alguien que conoces tiene dificultades para moverse o pasa mucho tiempo en la cama o en una silla de ruedas.
Es súper importante evitar las úlceras por presión, porque luego tratarlas puede ser complicado y ¡carísimo! Además, pueden traernos problemas serios. Por eso, he preparado esta guía con consejos prácticos para que no aparezcan. Vamos a ver cómo quitarle presión a la piel, cómo mimarla y qué comer para que esté fuerte y sana.
¿Qué son exactamente estas «úlceras por presión»?
Las úlceras por presión suelen salir donde los huesos están cerca de la piel, como en los talones, las caderas o los codos. Imagínate que estás apretando una manguera: si la aprietas mucho rato, el agua deja de pasar. Pues algo parecido pasa con la sangre: si hay presión constante en una zona, la sangre no circula bien y los tejidos se dañan. Al principio, la piel se pone roja, pero si no hacemos nada, la cosa puede ir a más y afectar a los músculos e incluso a los huesos. ¡Menudo fastidio!
Estas úlceras pueden aparecer en un abrir y cerrar de ojos, sobre todo si la piel está húmeda o si roza con algo. ¡Incluso una presión suave, si se mantiene durante mucho tiempo, puede hacer pupa! Por eso es tan importante saber cómo se forman estas úlceras y qué podemos hacer para que no aparezcan. La clave está en quitar presión y hacer que la sangre circule bien.
¿Quién está en riesgo de tener escaras?
Hay ciertas cosas que hacen que algunas personas tengan más riesgo de sufrir úlceras por presión. ¡Estar al tanto es el primer paso para protegernos!
- Si te cuesta moverte: Las personas que no pueden moverse solas o cambiar de postura con facilidad tienen más riesgo. Por ejemplo, personas que están en el hospital o que tienen alguna discapacidad.
- Si eres una persona mayor: Con la edad, la piel se vuelve más finita y delicada, y es más fácil que se irrite o se lesione. Además, las personas mayores suelen tener menos «acolchamiento» natural (menos grasa debajo de la piel).
- Si tienes ciertas enfermedades: La diabetes o los problemas de circulación hacen que la sangre no llegue bien a la piel, y eso la debilita.
- Si no comes bien: Una mala alimentación puede hacer que pierdas músculo y grasa, y la piel estará menos protegida. Además, si te faltan nutrientes, la piel tendrá más dificultades para repararse.
- Otros factores: Si tienes escapes de orina o heces (incontinencia) o si usas aparatos médicos que presionan la piel, también tienes más riesgo.
Sabiendo todo esto, los cuidadores y los médicos pueden preparar planes personalizados para prevenir las úlceras por presión.
¡Vamos a la acción! Consejos para evitar las úlceras por presión
La clave para evitar las escaras es tomárselo en serio y actuar. No basta con quitar la presión, ¡también hay que cuidar la piel y procurar que la persona se sienta bien en general! Aquí te doy mis mejores consejos:
¡A moverse toca!
Lo más importante es cambiar de postura a menudo. Así evitamos que la presión se concentre siempre en el mismo sitio. ¡Y además, la sangre circula mejor y los tejidos se mantienen sanos!
- En la cama: Lo ideal es cambiar de lado cada dos horas. Puedes ponerte de lado, boca arriba o boca abajo (siempre que te sea cómodo).
- En la silla de ruedas: Intenta cambiar de postura cada 15-30 minutos. Puedes inclinarte hacia adelante, hacia los lados o levantarte un poquito (si puedes).
- ¡Almohadas al poder! Pon almohadas o cojines blanditos en las zonas donde más se aprieta la piel: entre las rodillas, debajo de los tobillos, etc.
¡Ojo! Hay que tener cuidado al mover a la persona para no hacerle daño. Es importante que los cuidadores y familiares aprendan a mover a la persona de forma segura.
Más consejos que te vendrán de perlas:
Además de cambiar de postura, hay otras cosas que puedes hacer:
- Mantén la piel limpia y sequita: ¡La humedad es mala consejera! Lávala con jabón suave y sécala bien, sobre todo en los pliegues. Usa cremas hidratantes para que no se reseque y, si tienes problemas de escapes, usa cremas barrera para protegerla.
- ¡A comer sano se ha dicho!: Una dieta rica en proteínas (carne, pescado, huevos, legumbres…) es fundamental para que la piel esté fuerte y pueda repararse. A veces, puede ser necesario tomar algún suplemento vitamínico.
- Bebe agua, ¡mucha agua!: Estar bien hidratado ayuda a que la piel esté elástica y aguante mejor la presión.
- ¡Échale un vistazo a la piel todos los días!: Busca zonas rojas, ampollas o heridas. Si ves algo raro, ¡consulta con tu médico o enfermera!
- ¡Aprende y comparte lo que sabes!: Cuanto más sepan los cuidadores y familiares sobre cómo prevenir las escaras, mejor.
Recuerda que cada persona es un mundo, y estas medidas deben adaptarse a su situación personal.
¡Que no falten los «gadgets» anti-escaras!
Hay un montón de productos diseñados para prevenir las úlceras por presión, ¡y algunos son una maravilla!
- Colchones y cojines especiales: Estos «inventos» reparten el peso de manera más uniforme y reducen la presión sobre la piel.

Cojín Antiescaras de Flotación Líquida

Cojín antiescaras de espuma

Cojines antiescaras para personas mayores
- ¡Muévete un poquito!: Aunque te cueste, intenta hacer algún ejercicio suave para activar la circulación y fortalecer los músculos. Si no puedes moverte mucho, pide a alguien que te ayude a mover los brazos y las piernas.
- ¡Controla tus otras enfermedades!: Si tienes diabetes, problemas de circulación o alguna otra enfermedad, es importante que sigas el tratamiento que te haya puesto tu médico para evitar complicaciones.
Dispositivos anti-escaras: tus grandes aliados
Estos dispositivos son súper útiles para prevenir las escaras, ya que distribuyen la presión de forma uniforme y evitan que la piel se dañe. Son especialmente recomendables para personas que tienen dificultades para moverse.
- Colchones de aire alternante: Estos colchones se hinchan y deshinchan por zonas, cambiando la presión en el cuerpo. ¡Son geniales para personas que pasan mucho tiempo en la cama!
- Cojines de gel o espuma: Reparten el peso de manera uniforme y son perfectos para personas que van en silla de ruedas.
- Protectores de talón y codo: Son como «calcetines» acolchados que protegen estas zonas tan delicadas.
Elegir el dispositivo adecuado depende de cada persona, así que lo mejor es consultar con un médico o enfermera. Estos aparatos pueden ser una inversión, pero a la larga te pueden ahorrar muchos problemas (y dinero).
Conclusión:
Prevenir las úlceras por presión es fundamental para que las personas con movilidad reducida puedan sentirse bien y disfrutar de la vida. Cambiar de postura a menudo, cuidar la piel, comer sano y usar dispositivos anti-escaras son las mejores armas que tenemos. Con un poco de atención y cariño, ¡podemos mantener a raya a estas molestas heridas!

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