Skip to content
PIELYSALUD.ORG

Recursos para cuidadores Antiescaras

recursos para cuidadores

Cuidar a alguien con riesgo de escaras: ¡Tú puedes, y aquí te cuento cómo! (Guía para supercuidadores)

Recursos para cuidadores Antiescaras. Las escaras, también llamadas úlceras por presión, son esas heridas que pueden salir en la piel cuando alguien pasa mucho tiempo en la cama o en la silla de ruedas. Y vaya si sabemos lo duras que son, ¿verdad? No solo duelen, sino que también te preocupan y te quitan mucho tiempo. Por eso, es súper importante saber cómo prevenirlas y cómo tratarlas si ya han salido. Y créeme, ¡con los equipos adecuados y con un poco de maña, puedes hacer una gran diferencia!

¿Por qué es tan importante tener los equipos adecuados? ¡No te la juegues!

Tener las herramientas adecuadas para cuidar a alguien con riesgo de escaras es como tener el mejor botiquín para curar un resfriado: ¡te facilita mucho la vida y te ayuda a que la persona se sienta mejor! Estos equipos no solo alivian la presión en las zonas más delicadas, sino que también le dan comodidad y bienestar a la persona que estás cuidando. Y eso, ¡no tiene precio!

¿Qué cosas no pueden faltar en tu «kit de supercuidador»?

  • Colchones y cojines antiescaras: ¡Tu mejor inversión! Estos colchones y cojines están diseñados para repartir el peso del cuerpo de forma uniforme y evitar que haya presión en un solo punto. Los hay de muchos tipos:Confía en mí, invertir en un buen colchón y un buen cojín es lo mejor que puedes hacer para prevenir las escaras. ¡Es como ponerle un escudo protector a la piel! La Clínica Universidad de Navarra siempre recomienda elegir el que mejor se adapte a las necesidades de cada persona.
  • Almohadas y posicionadores: ¡Tus aliados para cambiar de postura! Las almohadas y los rodillos te ayudan a colocar a la persona en diferentes posturas para que no haya presión en la misma zona todo el tiempo. Además, ¡evitan que se le agarroten los músculos y que se le pongan las articulaciones rígidas! Personaliza los posicionadores para que se adapten a la forma de su cuerpo y le resulten cómodos.
  • Cremas y apósitos: ¡El cuidado de la piel es fundamental! El cuidado de la piel es como regar una planta: ¡si la mantienes hidratada y protegida, estará sana y fuerte! Usa cremas barrera para proteger la piel de la humedad y la fricción, y apósitos especiales para mantener la herida limpia y favorecer la cicatrización. Los apósitos de hidrocoloide, espuma y silicona son muy buenos. El Servicio Andaluz de Salud siempre insiste en lo importante que es usarlos bien.
  • Ayudas para moverte: ¡La movilidad es vida! Si la persona puede moverse un poco, aunque sea con ayuda, ¡ánimala a hacerlo! Usa andadores, sillas de ruedas con cojines especiales y grúas de traslado para que pueda moverse de forma segura y sin hacerse daño. ¡La movilidad es fundamental para prevenir las escaras y para que se sienta más independiente y feliz!

No basta con tener los equipos: ¡Hay que saber usarlos!

Tener todos estos equipos es genial, ¡pero no sirven de nada si no sabes usarlos bien! Por eso, es fundamental que te formes y que aprendas todo lo que necesitas saber para cuidar a la persona de la mejor manera posible. ¡Y no te preocupes, que no es tan difícil como parece!

  • Aprende a cambiar de postura:
    • En la cama: Gira a la persona cada dos horas.
    • En la silla de ruedas: Pídele que se levante o que se incline hacia los lados cada 15 minutos.
    • ¡Cuidado con hacerle daño!: Aprende a moverla de forma segura para no lesionarla.
    • ¡Sé constante!: Haz un programa de rotación y síguelo a rajatabla.
  • Examina su piel a diario:
    • ¡Ojo avizor!: Busca zonas rojas, cambios de color, bultitos, ampollas… ¡Cualquier cosa rara que veas!
    • ¡No te quedes callado!: Si ves algo sospechoso, avisa al médico o a la enfermera.
    • ¡Presta atención a las zonas más delicadas!: Talones, coxis, codos, caderas… ¡Ahí es donde suelen salir las escaras!
  • Cuida su piel con mimo:
    • ¡Lávala con suavidad!: Usa productos suaves y que no irriten la piel.
    • ¡Sécala con cuidado!: No frotes, sécala a toquecitos.
    • ¡Hidrátala a diario!: Usa una crema hidratante para mantener la piel suave y elástica.
    • ¡Adapta la rutina a sus necesidades!: Cada persona es un mundo, así que tendrás que adaptar el cuidado de la piel a sus necesidades específicas.
  • ¡Que coma bien y beba mucho!
    • ¡Proteínas, vitaminas y minerales!: Fomenta una dieta equilibrada y variada.
    • ¡Agua, agua y más agua!: Asegúrate de que beba suficiente líquido para mantenerse hidratada.
    • ¡Pide ayuda a un dietista!: Si tienes dudas sobre qué debe comer, consulta con un dietista para que te haga un plan personalizado.

«Descubre los Accesorios Antiescaras que facilitan la atención de pacientes encamados»

Más recursos para supercuidadores: ¡Que no te falte de nada!

Además de los equipos y la formación, hay otros recursos que te pueden ser muy útiles:

  • Grupos de apoyo y redes de cuidadores: ¡No estás solo! Unirte a un grupo de apoyo te ayudará a compartir tus experiencias con otras personas que están pasando por lo mismo que tú. ¡Te sentirás comprendido y podrás aprender trucos y consejos que te vendrán de maravilla!
  • Guías y manuales: ¡La información es poder! Hay muchas guías y manuales que te explican cómo prevenir y tratar las escaras. ¡Léelos y aprende todo lo que puedas!
  • Cursos online: ¡Fórmate desde casa! Hay muchos cursos online que te enseñan a cuidar a personas con riesgo de escaras. ¡Aprovecha esta oportunidad para mejorar tus conocimientos y habilidades!

En resumen:

Cuidar a alguien con riesgo de escaras es un reto, pero no es imposible. Con los equipos adecuados, la formación necesaria y el apoyo de otros cuidadores, puedes hacer una gran diferencia en su calidad de vida. Recuerda que lo más importante es la prevención: ¡cuanto antes empieces a tomar medidas, más fácil será evitar las escaras! Y si ya han salido, ¡no te rindas! Sigue los consejos de los profesionales y sé constante en los cuidados, y verás cómo poco a poco la piel se va recuperando. ¡Mucho ánimo y a cuidarse! ¡Tú puedes!